Puede que te parezca algo propio de tiempos pretéritos, pero las altas temperaturas que alcanza nuestro país en verano siguen siendo un auténtico peligro para tu automóvil si no tienes el cuidado suficiente. ¿Revisaste todos los puntos clave de tus ruedas antes de salir de vacaciones? Aquí tienes cómo afecta el calor a tus neumáticos… para que te pienses dos veces el salir por ahí sin darles el cariño necesario.

Una de las desagradables contrapartidas que tiene la época estival en España es, sin duda alguna, las elevadas cifras que día a día quedan registradas en los termómetros de prácticamente todo el territorio. ¿Crees que no es para tanto? Pues no olvides que pueden afectar gravemente al rendimiento de tu coche e incluso llegar a dar al traste con el mejor de tus planes para estos días. Si quieres evitarlo, sin duda lo mejor que puedes hacer es realizar un correcto mantenimiento de tu vehículo con el que poder prevenir toda clase de averías relacionadas con cómo afecta el calor a tus neumáticos. ¿Todo listo? Empieza a tomar nota.

Además de interferir en el correcto funcionamiento del motor (que rinde mejor cuando el aire es más frío gracias a su mayor densidad además de por la temperatura), el calor puede someter a diversos elementos de tu automóvil a un esfuerzo mucho más intenso del habitual, como sucede en el caso de los frenos… o los neumáticos. ¿Sabías que circular en verano con un neumático con una presión inadecuada puede multiplicar el riesgo de sufrir un reventón o un pinchazo? ¿Y que por la deformación de su banda de rodadura al entrar en contacto con el firme pueden llegar a desgastarse hasta un 15% más? A continuación te dejamos las claves para evitar sufrir las consecuencias de un mal tratamiento a uno de los elementos claves de tu coche.

¿Cada cuánto revisas la presión?

Aunque la recomendación habitual es controlar la presión de tus neumáticos al menos una vez al mes, lo cierto es que en estos meses lo mejor que puedes hacer es llevar un mantenimiento más estricto de las mismas, pues pueden sufrir variaciones de mayor calibre dadas las condiciones atmosféricas tan particulares del verano. ¿Piensas salir por ahí con todo lo necesario para exprimir tus vacaciones? Procura seguir al pie de la letra las recomendaciones del fabricante de tu vehículo en función de la carga soportada, y ajusta la presión siempre con las ruedas frías (sin haber rodado más de cuatro o cinco kilómetros).

Por qué no debes poner más presión a los neumáticos
Por qué no debes poner más presión a los neumáticos

La banda de rodadura, un elemento clave

Además de montar los neumáticos correctos y alimentarlos con la presión adecuada, otro de los puntos fundamentales que debes controlar es la banda de rodadura. Como ya deberías saber se trata del único punto de contacto entre tu coche y la calzada, y por ello siempre debe estar en las mejores condiciones posibles para garantizar un buen desempeño de sus funciones. Procura buscar cualquier síntoma que pudiera delatar un mal estado de tus ruedas y que pudieran hacer recomendable sustituirlas por unas nuevas, como zonas cristalizadas o un desgaste excesivo (¿sabes cuál debe ser la profundidad de tus neumáticos?). ¿No terminas de fiarte de ellos? Cámbialos. Estarás invirtiendo en la seguridad de todos.

¿Y la rueda de repuesto?

Puede que siempre sea la gran olvidada (tanto como para que algunos fabricantes directamente no la incluyan entre el equipamiento de serie de sus vehículos), pero la rueda de repuesto es tan importante como las otras cuatro que monta tu coche. Revisa antes de salir de viaje que se encuentra en buen estado y con la presión de inflado adecuada. Recuerda que, en caso de pinchazo o reventón, debería servirte para salir del aprieto… ¡y no para meterte en otro aún peor!